La jícama es un tubérculo originario de México y cultivado en climas cálidos principalmente de Centroamérica. Su textura es muy similar a un nabo y su sabor a las manzanas. En algunos países le llaman “castaña de agua mexicana”.
Su mayor beneficio a la salud es que contiene gran cantidad de fibra, pero no cualquier fibra. Contiene inulina oligofructosa, la cual además de que no se metaboliza en el cuerpo favorece la eliminación de toxinas y tiene también un rol de prebiótico en el intestino (es decir promueve el crecimiento de las bacterias “buenas” que mantienen un colón sano y por consiguiente una buena inmunidad ( sana tu intestino:recupera tu salud)
Es también fuente importante de vitamina C y contiene antioxidantes y minerales importantes para tu salud como son potasio, magnesio, cobre, hierro y manganeso.
Una de las formas más populares de comerla en México es rebanada con chile en polvo, jugo de limón y sal.
Sin embargo la jícama es muy versátil y puede comerse cocida, en lugar de papas a la francesa y hasta en postres…( espera pronto una receta de un postre delicioso).
Aunque mi favorita es usarla como “tortillas” para preparar tacos. Es una excelente opción para personas que no son intolerantes o alérgicas al gluten. Para ir a la receta da click en la foto o en el enlace ( Tacos de jícama)