El ajo ha sido estudiado durante muchos años por sus propiedades para prevenir y tratar enfermedades. El Instituto Nacional del Cáncer reconoce su eficacia para prevenir el cáncer pero no solo eso, contiene sustancias sulfuradas que además ayudan a destruir las células de cáncer.
El ajo también ayuda a mantener la presión arterial estable, disminuye el colesterol y ayuda a prevenir trombosis e infartos.
Contiene antioxidantes que protegen del daño celular y el envejecimiento. Ayuda también a reparar las células del hígado y estimular la producción de enzimas digestivas favoreciendo la digestión ayudando a desintoxicar el organismo.
Contiene compuestos que ayudan a eliminar parasitos, bacterias y virus. Durante la segunda guerra mundial debido a la escasez de medicamentos se utilizaba mucho el ajo para prevenir o tratar las infecciones y ayudar a cicatrizar.
Es excelente para mejorar el sistema inmunitario y para descongestionar vías respiratorias y facilitar la expulsion de flemas. No dudes en agregar una cabeza entera de ajo al preparar una sopa o caldo al menor indicio de una gripa.
También es un remedio natural para tratar el insomnio debido a su alto contenido de zinc, para esto recomienda hervir leche con un diente de ajo y miel natural y tomar por la noche.
Aunque no pierde muchas de sus propiedades al ser cocinado se recomienda consumir crudo para mejores resultados. Algunas recetas para aprovechar sus beneficios son:
La Organization mundial de salud recomienda para prevenir enfermedades una dosis diaria de 2 a 5 gramos (aprox. 1 diente) de ajo fresco o 0.5 a 1.2 gramos de ajo en polvo, 2 a 5 miligramos de aceite de ajo o suplementos que contengan de 2 a 5 miligramos de allicina al día.
Puedes también consumirlo como suplemento, en trozos pequeños picado como si fuera una cápsula para no masticarlo o simplemente agregarlo a todos tus platillos.
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Antonieta Rodriguez says
December 9, 2018 at 3:24 amMuchas gracias por la valiosa informcion!!!!
Felices fiestas!!!