Las semillas de papaya definitivamente no deben terminar en la basura pues poseen numerosos beneficios para tu salud. La papaya es originario de México, los mayas la llamaban “ el árbol de la vida”; sus frutas y semillas eran sagradas pues las usaban para tratar enfermedades digestivas, eliminar parásitos o hacían una pasta con las semillas para tratar problemas de la piel como cortadas, quemadas y eczema. Cuando Cristóbal Colon descubrió América le llamo pawpaw, que significa “fruta de los ángeles”. Algunos libros relatan que al llegar a América los nativos les daban demasiado comida y para tratar la indigestión después los llevaban al bosque y les ofrecían papaya para eliminar el malestar. Los Españoles y portugueses estaban tan maravillados que fueron los encargados de llevar la papaya a otras partes del mundo.
Uno de los beneficios más reconocidos por la ciencia medica de la semilla de papaya es su capacidad para eliminar parásitos sin efectos secundarios. Por su contenido elevado de enzimas favorece no solo la digestión sino que también ayuda a un buen funcionamiento y desintoxicación del hígado. Además de que las enzimas poseen un efecto antiinflamatorio importante por lo que se recomienda su consumo también en procesos como artritis y osteoartritis.
Estudios recientes han demostrado que la sustancia viscosa que recubre a las semillas contiene acetogenina un químico que previene el crecimiento de tumores en el cuerpo en especial cáncer de colon.
La papaína, una de las enzimas de las semillas no solo ayuda a la digestión sino que es usada también en la industria cosmética para prevenir arrugas y mejorar la salud de la piel.
¿Cuánto y Cómo consumir semillas de papaya?
Empezar consumiendo solo dos semillas de papaya de preferencia con una comida que tenga proteína, si es bien tolerado puedes aumentar de 2 en dos hasta alcanzar ½ cucharadita de semillas. Si tienes algún problema digestivo o inflamatorio puedes aumentar a una cucharadita completa, aunque esto puede ser mucho para algunas personas y puede causarles diarrea o malestar.
Se recomienda masticar o triturar un poco las semillas antes de consumirlas ya que esto ayuda a activar las enzimas.
Se puede combinar con miel, ya que la miel potencia el efecto antibacteriano y antiparasitario de las semillas.
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